Sobres por aquí y por allá ... |
Nunca me gustaron los abusos ni las
injusticias, ni en el patio del colegio ni en la vida de los mayores.
Tampoco nunca me gustó la pasividad ni la resignación, y tengo que
decir que eso era ir contracorriente en aquellos tiempos. Por todas
partes el sistema me inculcaba lo contrario: Había que preocuparse
solamente por uno mismo, por obtener lo que quieres, aún a costa de
pasar por encima del semejante.