La primera Huelga General tras la Indignación general.

Resulta innegable que el movimiento 15M ha supuesto una bocanada de aire fresco para los movimientos sociales en el estado español, del mismo modo lo ha de ser para el movimiento obrero.
En las calles nos vimos, en acampadas, protestas y asambleas, multitudes de personas heterogéneas unidas por un sentimiento común de indignación. Indignación ante esta estafa a la que llaman crisis y por la que justifican todo tipo de recortes y medidas antisociales y antiobreras. Indignación por la falta de democracia, por la corrupción de la casta política. Indignación por el paro y la precariedad. Indignación general.

La mayoría de estas personas somos trabajadores y trabajadoras, en activo, en precario, en el paro, jubilad@s y prejubiliad@s, estudiantes, inmigrantes, autónom@s... que poco a poco fuimos despertando del letargo de un falso bienestar sustentado sobre la burbuja inmobiliaria, las mentiras y manipulaciones de los medios y la represión de l@s disidentes. Algun@s de nosotr@s ya habíamos participado en anteriores huelgas generales, la del 29S, la del 27E en Galiza y Euskal Herria y el 15M volvimos a salir a la calle con l@s de nuestra clase. Por fin la gente comenzaba a reaccionar.

Desde estas fechas las cosas han ido a peor. La crisis ( la de l@s de abajo, se entiende) se agrava, el número de parad@s aumenta, también el de desahucios. Afortunadamente también aumentan las respuestas y la solidaridad se extiende: ante los recortes y los despidos, ante los desahucios, ante las redadas racistas, ante ante las represión y los desalojos... El movimiento 15M, que no se puede comprender sin los movimientos sociales que existían previamente, ha ido mutando, (en la marea verde, en la primavera valenciana...). Ya no se trata de una fecha ni de una plaza, la chispa de la indignación salta ahora en cualquier momento y en cualquier lugar, allí donde se visibiliza la injusticia social, en cualquier parte del globo.

El 29M será la primera Huelga General desde el 15M, y no la han convocado los mayoritarios, no. Ellos sólo se han visto arrastrados. Previamente la habían convocado otros sindicatos en Galiza y Euskal Herria y, a nivel estatal, llevaban tiempo trabajándola tanto sindicatos digamos "minorizados" como asambleas surgidas del 15M y las acampadas. No en vano, uno de los retos que se han planteado las "élites" sindicales para esta fecha es la de controlar a otros "actores", sin duda para no perder protagonismo. Siguen en su papel de falsa oposición, al igual que los políticos profesionales, los sindicalistas profesionales no miran más que por su propio interés. Nada podemos esperar de ell@s.

Sin embargo ahora si que podemos esperar a la gente. Podemos esperar que esos millones de parad@s, esos millones de indignad@s trabajadores y trabajadoras, en activo, en precario, jubilad@s y prejubiliad@s, estudiantes, inmigrantes, autónom@s... salgan a la calle el 29M a defender sus derechos laborales y sociales y a restarles a los líderes sindicales el protagonismo que los medios les otorgan y que, sin duda, no se merecen. Algun@s esperan que el 29M haya unidad sindical, yo espero que haya unidad obrera.

Esta reforma es grave, tanto como las anteriores y las que vendrán, tanto como las políticas neoliberales que llevamos tiempo sufriendo ya. Con una Huelga General de un día, por muy exitosa que esta sea, no pararemos estas políticas. Estas políticas sólo las pararemos con una Revolución Social Global, y el 29M puede ser un hito más en ese camino, en esa dirección. La última palabra la tiene el pueblo, la tenemos tod@s nosotr@s. El 29M nos vemos en la calle.